Cuando llegamos a
Vilaxoan, el festival Revenidas 2013, nos llevaba un día de
ventaja. Una jornada que dio para mucho, marcado por la protesta de
las trabajadoras de la planta conservera “Cuca”, que leyeron un
comunicado en el escenario ataviadas con las camisetas del festival.
Abrían el festival un
puñado de grupos noveles con muchas ganas, como los grupos locales,
Lusco e Fusco y Borderline 79. Los ourensanos Maskarpone, hicieron vibrar con su música de ambiente festivo al público
del Revenidas, que no paró de bailar desde el minuto uno. The Lákazans puso un
toque sobrio y elegante al evento, con su blues y soul que recuerda a
la época dorada de la música de la América profunda. La nota reivindicativa la
puso el grupo Arremecaghona, con sus letras críticas hacía la
política y mostrando su apoyo a las trabajadoras de la conservera, a
las que les dedicaron su tema, “Brava”.
Arribamos a media tarde,
descubriendo un camping lleno que ya daba muestras de la cantidad de
afluencia que congregaba el festival. Es cierto que cada día
tenía un par de grupos como cabezas de cartel, capaces de atraer,
por si mismo a un montón de seguidores. Nos tocó dirigirnos al
otro camping, emplazado en un campo de futbol donde supongo que solo
pueden jugar futbolistas muy aguerridos. Aunque no tenía el
encanto del camping principal, ni su vida, ni su playa, ni su
bar…Estaba muy bien situado, a escasos cinco minutos de la zona de
las fiestas y por consiguiente de la zona de conciertos del festival.
La noche de conciertos
empezaba temprano, a buena hora para cenar y salir a comerse la
noche. Abrían el evento A Banda
Fura Fura, que decir de este grupo de grupos, que sería como la
selección gallega de la música, con integrantes de un montón de
grupos consagrados, capacitándola para ejecutar sonidos que van
desde el rock, hasta el ska, pasando por el rap. Concierto vibrante y que
movió y animó a la gente, que ya anunciaba lo que sin duda, sería
una noche inolvidable. Continuó en el otro
escenario, con El Tío Calambres (Javi Rojas, ex – SuperSkunk,
bajista de Mama Ladilla…), una propuesta fresca que bebe del pop,
el blues y un largo etcétera.
Y entonces llegó el plato fuerte de la noche, el grupo Obrint Pas (Foto superior), que piensan separarse al acabar esta gira, por lo que este era su último concierto en tierras gallegas, a las que comentaron tienen mucho aprecio, ya que a pesar de que sin duda no ha sido uno de sus conciertos más concurridos (aunque la afluencia de gente fue más que satisfactoria) el público mostró una entrega fuera de lo común, cantando y bailando todas las canciones de estos grandes del escenario. Los valencianos pusieron toda la carne en el asador con ese sonido tan característico que abarca innumerables estilos que van desde el punk-rock y el ska hasta la electrónica sin ir más lejos, y, nos brindaron un viaje por toda su discografía, tocando temas de discos más antiguos como “Terra” hasta el actual “Coratge”. Incombustibles. Será una banda a echar de menos cuando cuelguen los instrumentos y se den ese tan merecido descanso.
Y entonces llegó el plato fuerte de la noche, el grupo Obrint Pas (Foto superior), que piensan separarse al acabar esta gira, por lo que este era su último concierto en tierras gallegas, a las que comentaron tienen mucho aprecio, ya que a pesar de que sin duda no ha sido uno de sus conciertos más concurridos (aunque la afluencia de gente fue más que satisfactoria) el público mostró una entrega fuera de lo común, cantando y bailando todas las canciones de estos grandes del escenario. Los valencianos pusieron toda la carne en el asador con ese sonido tan característico que abarca innumerables estilos que van desde el punk-rock y el ska hasta la electrónica sin ir más lejos, y, nos brindaron un viaje por toda su discografía, tocando temas de discos más antiguos como “Terra” hasta el actual “Coratge”. Incombustibles. Será una banda a echar de menos cuando cuelguen los instrumentos y se den ese tan merecido descanso.
Después del concierto tuvieron la
amabilidad de cedernos parte de su tiempo para contestar a algunas de
nuestras preguntas, las cuales podréis leer en esta web en unas semanas.
Se mostraron muy cercanos, lo cual es de agradecer, además de
demostrar que la inteligencia, solidaridad y combatividad de sus
letras tienen razón de ser en un grupo de personas con unas
inquietudes que van más allá de la música.
Pero, evidentemente, la
noche continuó, con el concierto de Ultraqans con un sonido potente
que hizo las maravillas de los allí congregados, un grupo que se
autodefine como “retrovanguardista, Steampunk, CiberFolk,
Psicodélia Enxebre. Banda de cuatro patas y rabo…”. Esto se
traduce en un concierto que mueve a la gente a ritmos vertiginosos y
los hace disfrutar de un sonido folk acompañado de la potencia
eléctrica. Acto seguido, le tocó el
turno a los santiagueses de Airíns, Ruxe Ruxe, que movieron a la
gente a ritmo de rock acompañado de ritmos tradicionales gallegos. Increíble el sonido de la gaita a ritmo de rock, además de otros
instrumentos de viento como el saxofón. Las tablas se notan en un
grupo que lleva ya siete discos y se ha recorrido todo el territorio
nacional actuando.
Prometía la noche en
Vilaxoan, y a la noche le faltaba mucho por terminar porque aún
faltaban un buen puñado de grupos. Entraron en escena, Arrytmia, una
banda lucense de rock en gallego, siempre en su lengua madre, la
potencia de su rock se mezcló con lo crudo de sus letras, que hablan
sin tapujos de lo más cercano de lo que nos rodea.
Sin parar a tomar aliento,
pero si una cerveza, salieron a escena Zënzar un grupo que pasa de
largo la mayoría de edad (tiene 25 años esta formación). Un grupo que sigue
ofreciendo un rock fresco cantado en gallego.
Evidentemente, esto no
acababa aquí, y es que el Revenidas puso a prueba la resistencia de
muchos (que sin mucho esfuerzo pasaron la prueba, más bien, con
mucho gusto…) ya que aún quedaban por amenizar la velada un par de
djs. El primero de ellos, Dj
Pimp ganador de la DMC nacional, y quinto en el mundial (para
el que no lo sepa, el campeonato “TOP” de turntablism). La verdad
es que la sesión que nos brindó prometía cuando empecé a escuchar
el sonido de C2C (un grupo francés que fusiona lo inimaginable con
electro y turntable), me dije, este dj tiene buen gusto. Supongo que
por estar empezando la sesión y todo eso, dejó correr los temas sin
añadirle nada especial. Cuando me estaba preguntando como habría
hecho para ganar un campeonato nacional y otro del mundo, empezó a
hacer verdaderas maravillas a los platos, borrándome esos
pensamientos impuros y transportándome a un flujo de muy buena
música. Parece, que solo estaba calentando. Buena sesión de este
joven dj asturiano, aunque un tanto irregular, sobretodo hacía el
final (aunque puede que yo también acusase algo de cansancio).
Cerrando el cartel del
viernes y con una sensación de haberlo visto antes, salió Dj
Calambres (habéis acertado, el Tío Calambres a los platos). Fue sin duda la suya una
labor fácil, porque nadie quería irse de allí. Despidiéndonos de él y
de la noche, acabamos un día agotador, a la espera de lo que sería
el siguiente, donde aún quedaban algunos platos fuertes y muchas
sorpresas.
Y llegó el sábado, una
hora más tarde de lo que había comenzado el día anterior, el
Revenidas arrancaba con fuerza en su último día de conciertos. Por delante nos esperaba
un cartel increíble, que ponía broche al evento.
Y empezó haciéndolo con
las aguerridas Zuloak (Foto Superior), inicialmente un trío de chicas (ahora
incorporan un bajista en algunos temas), que tiene mucha fuerza en el
escenario, con un rock, y una puesta en escena que recuerda a bandas
como Yeah Yeah Yeahs o incluso, en menor medida a The 5.6.7.8´s. Es
evidente que hay más influencias, están ahí, y es algo que
realmente se agradece. Es una propuesta fresca y descarada, que
combina esa música que va desde el rock más clásico hasta el
garage-punk con letras (compuestas por alguien que prefiere, de
momento permanecer en el anonimato, llamada Amanita Muscaria) en
vasco e inglés. Zuloak es un proyecto que
nace de la mente de Fermín Muguruza, que dirige el documental
ficticio del mismo nombre, donde relata la creación del, hasta hace
bien poco, ficticio grupo. El documental pone de manifiesto, y de
manera reivindicativa, el papel de la mujer en la música. ¿Es por
lo tanto Zuloak un producto o una idea? Bueno, la línea que lo
separa es muy fina, es ante todo una banda de bandas, ya que sus
componentes tenían sus proyectos antes de embarcarse en este. Y, en
todo caso, aunque se pueda sospechar, eso es algo que solo saben las
Zuloak y el propio Fermín Muguruza. Podréis leer la entrevista
que les hemos hecho a estas chicas en este blog en unas semanas.
Si el ritmo de la noche
anterior fue in crescendo, esta noche no solo no podía ser menos, si
no que fue vertiginoso. Diez minutos de descanso (poco más o menos),
separaron la actuación de las Zuloak de la de su hacedor Fermín
Muguruza.
Que decir de este grande
de la música (antiguo componente de Kortatu o Negu Gorriak), son
muchos años encima de un escenario y eso se nota, su público se
entregó sin ambages a un sonido que va desde el dub, hasta el reggae
pasando por su esencia punk. Esta fusión de sonidos es lo que hace
de los conciertos de este hombre una propuesta de calidad, además de
evidentemente la maestría de los músicos con los que suele tocar.
No desaprovechó la
oportunidad de hacer salir a sus apadrinadas, Zuloak, a cantar un duo con
él. Dando a su directo, más variedad si cuadra, de la que ya tiene. Un concierto de Fermín
Muguruza no defrauda, el público del Revenidas disfrutó a lo
grande, y se cantó todas letras, que son himnos, de este artista
vasco. Es una pena que no conceda
entrevistas, porque hubiera sido una buena oportunidad de preguntarle
sobre varias cuestiones, entre ellas las de su creación, el trío
musical Zuloak y su repercusión, pero bueno, otra vez será, o no...
Llegamos al meridiano de
los grupos con la actuación de Martelo, un Power Rock trío (mucho
trío esta noche…) que transmitieron su enérgico rock con letras
aguerridas y punzantes en riguroso gallego. Muchas influencias de
grandes de la música que conforman un estilo agresivo pero suelto,
con un directo muy a tener en cuenta.
Y entonces, llegamos al punto de inflexión, a una de las razones por las que la gente acudía a este festival (la afluencia de público se disparó considerablemente no sólo este día, sino este concierto en particular). Estamos hablando de una de las bandas referencia del rock en gallego, como ellos se autodefinen Rock–Bravú. Estamos hablando de los enormes, Os Diplomáticos de Montealto. Un concierto que puso encima del escenario al grupo gallego con el directo más potente que se ha visto en los últimos años (para mi gusto, por encima de grupos, también míticos, como Los Suaves, sin desmerecer a los ourensanos). Y es que, qué se puede decir de estos coruñeses que no se haya dicho ya, y sobretodo que no sea bueno. Una trayectoria dilatada, tablas para dar y tomar. Convirtieron este en uno de los mejores conciertos del Revenidas. Evidentemente, jugaban en casa, y eso lo sabían. Tenían delante a varias generaciones que llegaron a su música de una manera u otra y que esperaban grandes himnos de su discografía como la “Oda o futbolín” (con la que ha crecido un servidor), Gaiteiro o Atún (que pone los pelos de punta).
Y entonces, llegamos al punto de inflexión, a una de las razones por las que la gente acudía a este festival (la afluencia de público se disparó considerablemente no sólo este día, sino este concierto en particular). Estamos hablando de una de las bandas referencia del rock en gallego, como ellos se autodefinen Rock–Bravú. Estamos hablando de los enormes, Os Diplomáticos de Montealto. Un concierto que puso encima del escenario al grupo gallego con el directo más potente que se ha visto en los últimos años (para mi gusto, por encima de grupos, también míticos, como Los Suaves, sin desmerecer a los ourensanos). Y es que, qué se puede decir de estos coruñeses que no se haya dicho ya, y sobretodo que no sea bueno. Una trayectoria dilatada, tablas para dar y tomar. Convirtieron este en uno de los mejores conciertos del Revenidas. Evidentemente, jugaban en casa, y eso lo sabían. Tenían delante a varias generaciones que llegaron a su música de una manera u otra y que esperaban grandes himnos de su discografía como la “Oda o futbolín” (con la que ha crecido un servidor), Gaiteiro o Atún (que pone los pelos de punta).
Lamentablemente, y para
nuestro disgusto no pudimos hacerles una entrevista oficial, aunque
si tuvimos la posibilidad de hablar “off the record” con varios
de ellos.
Sin tener casi tiempo para
recuperarnos del conciertazo de Os Diplomáticos, llegaron O caimán
do Río Tea, que para todos los chavales de la generación Xabarín
(como yo, como nosotros, como la mayoría de vosotros, si sois
gallegos, nacidos o emigrados a Galicia). Tantos estos, como los
anteriormente citados, son grupos especiales, ya no solo por la
calidad de su sonido si no por el afecto de, seguramente, haber
descubierto un tipo de música a muy corta edad que de otra manera habría sido poco menos que imposible.
Supongo que en cierta
medida, y como agradecimiento, en el concierto de estos lucenses sonó el “Estou na lavadora” en versiones diferentes. La gente, gente que ya
había llegado al clímax con los diplomáticos, alargó el orgasmo
un poco más con O Caimán do Río Tea, otro referente del Rock
Bravú.
Y para poner el colofón a
las actuaciones de los grupos, la traca final, A Compañía de Ruido.
Un grupo que nace a finales de 2012, ya tiene 6 trabajos en la calle
y ha girado por parte de los festivales gallegos y estatales. Su fusión de estilos que
van desde la samba, hasta ritmos de Europa del este, pasando por el
ska, el rock y el folk, hicieron de su atractivo directo una razón
más para no irse todavía a la cama.
Pero el Revenidas estaban
llegando a su final, y a solo dos actuaciones de finalizar, el
balance era muy positivo. Amenizaron el final de la
velada Dj Omar y Dz Selectors, que repetían en el festival. El
primero, un reputado dj madrileño con muy buen gusto, mezclando a
partes iguales, mestizaje música negra y scratches. El madrileño dio paso a
Dz selectors que llevaron a los más madrugadores al punto y final de
un gran festival.
Al margen de las
actuaciones del festival, pudimos disfrutar de espectáculos gratuitos en la
calle tales como Clowns, funambulistas, etc…Algo de
agradecer tanto para la gente que está celebrando las fiestas de
Vilaxoan como para los asistentes al festival, que ven como las horas
muertas propias de la espera a los conciertos se ven soliviantadas
con grata destreza. Vilaxoan estuvo en fiestas
y eso se notaba en el ambiente que se respiraba en la calle, las
muestras de arte callejero y hasta en la comida (espectacular
sardiñada, que a buen seguro abrió el apetito a más de uno).
Echando la vista atrás y
haciendo recuento, el Revenidas 2013 ha sido un muy buen festival,
ejemplar en su organización, satisfactorio en asistencia, genial en
el trato. Recomendable al cien por cien. Uno de los mejores
festivales del verano en Galicia. Ha acabado un Revenidas al que lo
único que le faltó, fue un mejor día de playa, pero al que
volveremos sin dudar el año que viene. Adiós y gracias Vilaxoan,
adiós y gracias, Revenidas.
Por Mike Barbosa
más que una critica, una novela de aventuras! felicidades al escritor
ResponderEliminar¡Gracias! La verdad es que fue toda una aventura. Pero de las gratas.
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